martes, 5 de mayo de 2009

El Ministro de la Muerte

Anoche 4 de mayo del 2009, en la ciudad de Asunción, capital del Paraguay, al costado del hospital de la Policía Nacional, sobre la calle “Juselino Kubichet”, se realizó una manifestación cerrando media calzada, por el encarcelamiento de Sabino Augusto Montanaro, ex Ministro del Interior de la dictadura de Alfredo Stroessner. Montanaro junto a la figura principal del régimen dictatorial, fueron responsables de la desaparición física de cientos de personas en el marco del “Operativo Cóndor”, por la patria, la paz y el progreso, siguiendo las normativas de la CIA y la embajada de los EEUU, que irónicamente, se encuentra cruzando la citada calle.

En esta manifestación se agruparon los sobrevivientes, familiares de desaparecidos y víctimas de la dictadura, también los sobrevivientes y familiares del siniestrado “Ycua Bolaños”. Al uso de los micrófonos se relataron terribles historias de torturas, como sobrevivió la gente que pudo y tuvo la suerte, como pudieron refugiarse en el exilio y seguir desde ahí su lucha. También se relató que en el exilio, siguió la persecución ya desde los gobierno de los países vecinos.

No faltaron los relatos de las secuelas de las torturas físicas y ni que decir de las psicológicas, que marcan por toda la vida a las personas y, aún vemos las secuelas sociales traducidas en el miedo, en el gran ausentismo; en la apatía y desinformación de los medios masivos de comunicación que solo muestran esta manifestación como un hecho notorio más del día, como una noticia que cubrir. ¿Qué más se puede esperar de empresas sin compromiso social real que solo buscan el lucro? La cobertura no aparece como parte de la historia que hizo y aún hace al ser social de ésta sociedad paraguaya, ya que desde mi punto de vista y desde el de muchos otros compañeros del movimiento obrero, político y popular, varios de estos “vicios” divisionistas, mezquinos y sectarios fueron impuestos desde la dictadura pasada, que a fuerza de cachiporra y yatagán forzaron la sutil obediencia; la “vista gorda” que no ve lo que en realidad pasa para no sufrir las consecuencias y el más lamentable de todos, el “py rague” que hace referencia al soplón que al tener “bellos en la planta de los pies”, no se lo oye llegar para fisgonear sobre los comentarios de las reuniones. Una especie de James Bond (007) pero a lo Paraguay… Pero de cuyas delaciones y falsas denuncias desembocaron en la desaparición y persecución de muchas personas.

Aún se ven las secuelas pues aún existe una estructura heredada y perfeccionada de la dictadura. La estructura de represión en el llamado “Proceso de Apertura Democrática”, no hizo más que perfeccionarse, tanto jurídica como políticamente. Volviendo a la figura principal de la dictadura, a la salida de Alfredo Stroessner, en la presidencia lo precedió su consuegro Andrés Rodríguez, narco traficante con orden de captura en EEUU. Que al ir de “visita oficial” a ese país, no tuvo permiso de la D.E.A. para descender del avión presidencial y debió regresar sin cumplir su “labor presidencial representativa”. El golpe de estado del 2 y 3 de febrero lo pagó el pueblo con la sangre de los soldaditos que murieron en ambos bandos, primero 200, luego 100 y al final 50 fueron las cifras oficiales publicadas. Esta sangre solo sirvió para que la cúpula pudiera cumplir su “recambio en el poder”, para afianzar los intereses de los sectores disconformes del mismo régimen. Desde 1989 al 2009, esta estructura estatal ha seguido desangrando al pueblo paraguayo, sea a través de la mal versación de fondos, recaudados por los impuestos o por los prestamos indebidos e innecesarios que los gobiernos han ido contrayendo en nombre del pueblo paraguayo y a sus espaldas, sin rendirle cuentas… ¿Acaso esto no es también una forma de tortura ya que la forma de volverá a pagar los préstamos millonarios es aumentar la carga impositiva sobre el pueblo empobrecido?

Tanto los familiares de las víctimas de la dictadura, como los familiares de las víctimas del “Ycua Bolaños” exigieron justicia, justicia a la justicia paraguaya que se vende, justicia en el país de los empresarios, en el país de las doscientas (200) familias que rotan y se distribuyen el poder político y restriegan en la cara de los pobres su poder económico. Reclamaron la devolución de los viene mal habidos, la identificación de las sepulturas de los desaparecidos, el resarcimiento de los daños en cuanto a retribución económica, moral y social. Y hago hincapié en económica por que una vida no se devuelve, ni la vida del desaparecido, ni la vida del exiliado, el desarraigo, la partida, la ausencia…

Particularmente, agradezco al Montanaro su regreso, para sacudir “un poco” a la aparente paz que estaba reinando, aún cuando su regreso a primera vista parezca así como algo pactado con la justicia y la policía, pues como se sabe, ni la Interpol, ni los servicios de inteligencia tuvieron la reacción de oficio de llevarlo de buenas a primeras a la Cárcel de Tacumbú, ya que éste posee orden de captura ¡y llegó tranquilamente hasta el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi de Paraguay! Es simplemente alarmante y realmente hay “gato encerrado” como se dice…. En el uso del micrófono Tomás Zayas, dirigente campesino y dirigente del Partido de los Trabajadores, partido donde milito, denunciaba que este hecho era bastante llamativo y solo podía darse porque Montanaro, o sus allegados, “ya pactaron con la justicia paraguaya”. También pienso igual.

Una lección que queda es cuidar que la historia paraguaya, y en especial ésta parte de la historia no se llene de polvo y olvido, ya que en las escuelas el periodo “estronista” solo se cita referencialmente. Estas manifestaciones son por el NO al olvido y el NO al perdón, y las excusas de los atenuantes legales, ya sean por la edad o ya sean por el tiempo o la enfermedad, no justifican sobre seguimientos y salvoconductos para el escape, para no rendir cuentas con la sociedad paraguaya, con el pueblo paraguayo, con la humanidad, muy a pesar de la desconfiable justicia de mi país. Para mejorar las cosas, este es el camino, solo la lucha cambia la vida.