jueves, 15 de abril de 2010

Apreciaciones sobre la marcha del 15 de abril

Por David Rojas
Lic. en Trabajo Social.



La marcha por las seis horas del 15 de abril de 2010 se desarrollo sin mayores inconvenientes teniendo la presencia de casi 2000 funcionarios, aun que su mayoría trabajadores del centro, también estuvieron presentes funcionarios de las dependencias que se encuentran en la periferia de la capital. La concentración se realizó frente al Panteón de los Héroes como se había convenido. El espíritu y la euforia estuvieron presentes con discursos y aclamaciones. De ahí se realizó una marcha hasta el Parlamento Nacional haciendo breves paradas para discursos y denuncias. La agitación estuvo muy buena a cargo de una compañera con mucha fuerza y espíritu de lucha. Al llegar al Parlamento Nacional se hizo entrega de un pliego de exigencias que debía ser recibido por el Senador Sixto Pereira, quien no pudo estar por que debió responder al llamado del Presidente de la República a Mburuvicha Roga, el citado pliego fue entregado al secretario privado de nombrado senador.

Esto es solo la manifestación del reclamo de lo propio, de que les corresponde, derechos que fueron ganados con el trabajo, la presencia, la constancia y el tiempo, es el llamado “derecho adquirido”, que sale por la composición de lo anterior y la creación de nuevas leyes que afecten de forma desfavorable a los derechos existentes y/o en ejercicio de un grupo o sector, en este caso el de los trabajadores públicos. Por lo tanto estos reclamos son legítimos y legales, ninguna posición en contra es válida, salvo las opiniones de que deban trabajar ocho horas, cosa que por ley, amparado en la constitución nacional, no se puede cumplir, le pese y moleste a quien sea. En especial a los liberales que como niños que degustan por primera vez un dulce, quieren imponerse sobre todos los dulces del Estado Paraguayo, patrimonio del pueblo del cual son parte y a quienes deberán rendir cunetas.

Esta marcha fue organizada y dirigida por la Mesa Coordinadora Sindical (MSC) que ha estado desarrollando una labor de movilización importante en el sector sindical en Paraguay. La existencia de la MCS, es una clara muestra de la orfandad que los sindicatos están teniendo por parte de las centrales sindicales que están divididas por diferencias de protagonismos, entre otras cosas, no se puede dejar de citar a la diferencias de preferencias que el electo Presidente de la República tuvo para con algunas centrales más que con otras, ofreciéndoles cargos de consejeros y directores, etc. Por otro lado que al interior del movimiento sindical se haya dado una auto organización como la MCS, es muestra de la inquietud que el mismo movimiento de trabajadores ha estado teniendo y sin poder canalizarla en acciones que las manifiesten, no hasta la aparición de esta coordinadora. Las movilizaciones son muestras de que esta coordinadora funciona y es eficiente, por lo menos más que las dormidas centrales.

En cuanto a la solidaridad, la MCS ha estado dando muestras de ella, apoyando siempre las luchas de los trabajadores de distintos sectores (público y privado), haciendo contactos e invitaciones, inclusive a las centrales, para unificar la fuerza en las luchas. Desde luego que el rechazo de las centrales a las invitaciones es normal, pues sería aceptar formalmente la existencia de una coordinadora (de menor categoría) que se encuentra movilizando a la clase trabajador y organizando a sus organizaciones para unificar las acciones, trabajo que es desde hace tiempo desatendida por las centrales.
Ahora las centrales de papel solo pueden hacer dos cosas desaparecer o reactivarse. La primera sería lo normal, lo segundo requiere que esa activación sea siguiendo a las movilizaciones que la clase trabajadora, desde los funcionarios públicos, ha estado iniciando y tratar de reactivar también al sector sindical privado fortaleciéndolo, pues gracias a su desatención como central sindical, la burguesía ha estado desgastando y debilitando al sindicalismo de las empresas privadas posibilitando la casi desaparición de este sector tan importante como cualquier otro de trabajadores. Es deber de las centrales sindicales, ausentes de las acciones y movilizaciones de los trabajadores, volver a la lucha y la movilización o dar paso a otras organizaciones más dinámicas.

Los “dirigentes” de estas centrales deben tomar conciencia del momento históricamente importante que se está viviendo actualmente en cuanto a las reorganizaciones y movilizaciones, pues es la primera vez que el movimiento sindical se está movilizando y haciendo reclamos a un gobierno no colorado. Lo especial de esto es que por primera vez la incertidumbre ha logrado la movilización de los trabajadores alineándose alrededor de los sindicatos, la caída del coloradísimo del poder ha ido eliminando o dificultando el padrinazgo que este partido ejercía sobre los funcionarios públicos, envolviéndolos en una fantasía de que el partido de la burguesía los protegería siempre.
Ahora que no está en el poder y los trabajos son amenazados es necesario volver a la verdadera organización que defiende a los trabajadores de los abusos del Estado y de los patrones.

Aunque históricamente el mejor partido liberal ha sido la ANR, el partido liberal (PLRA) no disimula su sediento deseo de poder y ansias de usurpar todos los aspectos que hacen al patrimonio nacional y a las instancias de gobierno. Otra prueba de esto es el famoso juicio político que este partido está deseando llevar en contra del actual presidente, con esto solo se logrará la usurpación de la presidencia por parte de este partido desde el vicepresidente por sobre el designio que el pueblo hizo con las elecciones del 2008. Se debe aclarar que esta parte no es en defensa de Fernando Lugo, si no en defensa de la autoridad popular que lo puso a él en la presidencia y a Franco en la “vicepresidencia” donde debe quedarse hasta el fin del periodo. El PLRA ha estado dando muestras de desinterés por respetar los derechos de los trabajadores y por la promulgación de leyes que las hagan respetar, es más han declarado públicamente enunciados que atropellan los derechos de los trabajadores de calle, esta clase de “representantes” no representan al pueblo que trabaja, pero si a un sector que se sirve de su trabajo.

Todos los días la burguesía nos envía señales de la necesidad de protegernos, de proteger nuestros empleos, de organizarnos, de movilizarnos y reorganizar a los sindicatos. Es bueno que exista la MCS cuando las centrales están en durmiendo, la máxima muestra de organización de la clase trabajadora no es una central, hoy es una coordinadora.

Me pregunto ¿Cuál será el próximo paso?